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Capitulo N° 17
Peter:
Arroz.
Lali: Ya
esta
Peter: Todo
tipo de carne
Lali: Listo
Peter: Puré
de tomate
Lali: Ya lo
puse
Peter: Buee…
Lavandina, detergente, jabón
Lali: Ya
está Peter, ya está todo dije que ya me levante temprano e hice la lista, igual
no era mucha ciencia, no había nada, por lo que puse TODO en la lista.
Peter: Ok.
Entonces vamos?
Lali: Sipi,
en que vamos a ir? (Siguiendo a Peter)
Peter: En el
auto (Abriendo la puerta del garaje)
Lali: Pero
si… (Viendo el auto) Como hiciste?
Peter: Mande
a que me lo trajeran, se puede hacer. Si no me lo traían que íbamos a hacer, no
podíamos movernos, jajajajaja
Lali: Sos increíble
Pitt. INCREIBLE (Subiéndose al auto)
Peter:
Gracias La. (Subiéndose al auto también)
Con Lali
salimos rumbo al supermercado mayor que se encontraba en pleno centro; en el
viaje Lali iba mirando y disfrutando ese paisaje nuevo , miraba por la ventanilla
y se perdía en ella y en lo natural que la sobrepasaba, pasados unos cuarenta
minutos (La casa estaba un tanto alejada) estábamos estacionando en un lugar
del estacionamiento dentro del supermercado.
No
adentramos a él, agarramos un carrito y comenzamos a poner todo lo necesario,
mientras que íbamos tachando de la lista, nos reíamos, nos mirábamos,
discutíamos por las cosas que poníamos en el changuito, uno ponía y el otro
para molestar se lo sacaba, nos corríamos, gritábamos, nos chocamos gente, nos
tentamos, dentro de ese supermercado no éramos dos chicos de 23 y 24 años,
éramos dos adultos jugando ser nenes, pero por sobre todas las cosas yo era la
única persona que estaba viendo a Lali recuperar la alegría, que alguna vez y
por comentarios, sé que la tenía.
Llegamos a
la caja del supermercado con un carrito y medio lleno de cosas, después de unas
2 horas como mínimo adentro de él, y recorriéndolo de punta a punta 50 veces,
era hora de pasar todo, pagar y volver a nuestra hermosa casa.
Peter: Che,
no tenes hambre? (Saliendo del supermercado)
Lali: Y si,
que hora es?
Peter: Uhh!
14.30 pm (Mirando su reloj)
Lali: Posta?
Se nos hizo re tarde! Con razón el hambre feroz.
Peter: Te va
Mc donals del súper?
Lali: Me
recontra va.
Peter:
Entremos otra vez (Pegando la vuelta hacia adentro)
Una mc combo
completo con gaseosa para cada uno, y de postre un rico helado, que al terminar
caminamos hacia el auto, cargamos todo en él y pegamos la vuelta a casa, al
llegar bajamos todo y nos pusimos a sacar todo de las bolsas para acomodar.
Lali: Dios!
No terminamos más de sacar las cosas de las bolsas
Peter: Es
que son MUCHIMAS bolsas, eso es consecuencia de no tener NADA literalmente, en
casa.
Lali: Bueno
pero al menos nos divertimos.
Peter: Si,
la pasamos muy bien, y vos tenías un brillito en tus ojos que no se compra CON
NADA.
Lali: De a
poco siento recuperar mi vida.
Peter: Y me
parece muy bien. Te traje justamente acá para eso, para que te olvides TODO y
empieces de vuelta, al menos durante algunos meses.
Lali:
Gracias y mil gracias, nunca me va alcanzar la vida por esto.
Peter: Nada
que agradecer. (Dejando sus bolsas y yendo hasta ella)
Lali: Nada
no, todo sí.
Peter: Te
quiero La (Abrazándola por atrás, y rotándola para quedar enfrentados)
Lali: Yo te
quiero más, no te imaginas lo que sos en mi vida (Mirándolos a los ojos)
Peter: Vos
sos más importante para mí. (Mirándose a los ojos)
Lali: Nunca
me faltes, te lo pido por favor (Apoyando su cabeza en su pecho)
Peter: Jamás
mi chiquita, JAMAS (Protegiéndola con sus brazos y aferrándola más a su pecho)
Unos minutos
en la intensa paz de las sierras cordobesas, abrazados en la soledad de la
casa, y unas lágrimas en las mejillas de Lali que no tardaron en caer; tal vez
por descargo, o por bronca, eso no lo sé… pero estoy seguro de que Pronto lo
sabré.
Después de
unos minutos así, Lali salió de mi pecho, se secó las lágrimas, hizo una
sonrisa y empezó a ordenar las cosas como si nada, mientras que cantaba y se
reía, era increíble la fuerza que tenía esta chica, mientras ella había pasado
de la risa al llanto, y del llanto a la risa nuevamente, yo seguía totalmente
anonadado de su reacción, por eso ella aguanto tanto… Hoy por hoy entiendo
porque.
-
Minutos después –
Lali: Ya
guarde todo lo que va en la mercadería que va en la cocina, toda la restante es
lo de reserva que va a los estantes.
Peter: Ok,
ahora lo llevo. Vos te encargas de distribuir las cosas del baño y de limpieza
en sus respectivos lugares?
Lali: Si yo
me encargo, quédate tranquilo.
(Cuenta Lali)
Pasar de 4
paredes a estar en una mansión de lujo
(al menos para mí) y en una paz que me rodeaba de tranquilidad y armonía, para
mí era un lujo más allá de lo costoso, era un lujo emocional que lo necesitaba,
pero que yo no me daba cuenta, y que tampoco lo hubiera hecho sin que Peter
apareciera en mi vida.
Subí las
escaleras hasta el primer piso y puse champú, acondicionar, Jabón, esponja de
cuerpo y todo lo demás que por lo general había en un baño, en cada uno de los
que había en el primer piso; cuando termine baje hasta la planta baja, fui
hasta el lavadero, acomode todas las cosas de limpieza y al salir me choque con
Peter que justo entraba de terminar de acomodar las cosas de reservas en su
lugar.
Peter:
Miramos Tele? Una peli o algo?
Lali: Quiero
ir a la pile, no te enojas? No quiero mirar tele, quiero aire puro.
Peter: Me
copa la idea, te acompaño.
Lali: Ok.
Con Peter
nos cambiamos, cada uno se puso su respectiva maya y salimos a la hermosa
pileta que la acompañaba un día lindo y cálido por estar entrando en el último
mes del año, diciembre. La tarde en la pileta de paso rapidísimo, salimos de
ella, nos dimos una ducha cada uno, y al terminar nos pusimos a cocinar los
dos, para terminar el día sentados en el sillón del Living, viendo una película que enganchamos en la
televisión.