Capitulo N° 1 “El día después”

HOLAAAAAAA!! Como extrañaba subir capitulo!!!! Y nove sobre todo! Perdón por no avisar con tiempo, pero comento algo: El domingo viajo a Bariloche por mi viaje de egresados, y si les comento como fue la semana no me la creen! VIVO de acá para allá, que los bolsos, que la ropa, que esta todo pero que al final me falta mas de la mitad de las cosas; que la emoción, que los festejos, que los nervios o las ultimas reuniones pre - viaje. Así y todo ESTOY FELIZ; y se que todo esto vale mis próximos 10 días de felicidad y diversión.
Quiero aclararles, que la nove en mi ausencia quedara a cargo de Sofi mi mejor a la distancia (Dueña del blog y novela de novelaliter2010) me voy confiada y con toda la fe en ella, porque se que es muy responsable y ademas de una persona excelente; muchas leen su nove también y la conocen, pero otras no y solo pido que la conozcan que no se van a arrepentir (Te amo amiga ♥)
Por ultimo si quieren que les avise en Twitter déjenme acá o en mi Twitter sus nombres así puedo avisarles cuando subo.
Ahora si, no las molesto mas, nuevamente GRACIAS por tanto y ojala que esta novela sea leída como la otra y les guste! Las quiero a montones. Maca ♥

Twitter: @PittyLaliFC
Facebook: Laliter mi Pasion (La administramos con Sofi, y ademas la actualizamos con info y eso)

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Capitulo N° 1 “El día después”

Un nuevo día comenzaba en mi vida, pero no distinto al de todos los demás.

Me levante, pase por el baño hice todo lo que tenía que hacer y antes de salir me encargue de tapar con un poco de maquillaje, la marca que estaba a la vista del resultado de un ataque de ira que le había agarrado a Maximiliano ayer.

Baje a la cocina y comencé a preparar el desayuno, y mi corazón se paró por un momento cuando sentí sus pasos entrando en la cocina.

Maximiliano: Buenos días hermosa. (Agarrando mi cara entre sus manos y dejando un beso sobre mis labios)

Lali: Buenos días Maxi (Poniendo café en su taza)

Maximiliano: Tenes la mirada triste – Valla pensé yo, ¿Recién te das cuenta?  - Sé que es mi culpa, perdóname – Y el mismo cuentito de siempre se venía asomando – Voy a intentar cambiar porque no quiero perderte por mi culpa.

Lali: Esta bien, no hay drama (Volviendo a lo mío)

Maximiliano: Hoy tengo facultad.

Lali: Si lo sé. No venís a comer,  comes algo en la construcción (Donde trabajaba)

Maximiliano: Si eso te iba a decir. No te molesta no? – ¿Ahora pensas  en si me molesta? -  Me decía una voz por dentro de mí -

Lali: No, anda tranquilo, sé que es el futuro de los dos. – Por dentro mi corazón saltaba, de esa manera que el no viniera yo tengo más tiempo de tranquilidad y puedo leer o simplemente pensar Maximiliano: Si obvio, imagínate en unos años, vos siendo la esposa del dueño de “Arquitecturas Recca” (Él estudiaba para arquitecto)

Lali: Si – Esbozando una media sonrisa falsa, después de todo la sonrisa falsa era mi único medio de ocultar mi tristeza –

Maximiliano: Si todo va bien estos dos son los últimos años y después ya empezaríamos con nuestro proyecto, nuestro sueño  – ¿Nuestro proyecto, nuestro sueño? ¿No querrás decir TU proyecto, TU sueño? -  Y otra vez esa voz en mi interior aparecía.

Lali: Si, que bien. – Yo podía estar ahí físicamente, pero mi cabeza no, ella estaba recordando ese sueño que tenía guardado en algún lugar de mi corazón –

Maximiliano: Riquísimo el desayuno mi amor, mis cosas para la facu? – ¿Ahora soy tu amor, para las cosas que necesitas, pero para descargarte soy tu bolsa de boxeo no? –  Dios por favor, necesito que esa voz interna en algún momento se calle.

Lali: En el sillón de la entrada.

Maximiliano: Gracias amor. Nos vemos a la tarde Te amo (Dejando un beso en mis labios) – Ojala ese amor fuera real – Y esa voz no se callaba, en cada cosa que hacia estaba ahí.

Cuando Maximiliano se fue, ordene toda la habitación, lave la ropa, planche la ropa que había para planchar, limpie los pisos y el baño; En realidad hice lo que hago hace casi ya tres años, dedicarme a la casa en su totalidad, después de todo me lo pasaba en esa casa todo el día y era lo único que podía hacer.

En la hora del almuerzo una ensalada de hojas verde estuvo bien para mí, y después la tarde paso sin más, hasta pasadas las 6 de la tarde cuando sentí el ruido de las llaves en la puerta.

Sentí como mi corazón se aceleraba al ritmo de la puerta que se cerraba, y sin más solo pedía que hoy Maximiliano hubiera tenido un día bueno, de lo contrario ya sabía la triste realidad de cómo iba  a terminar ese día muy a mi pesar.