Capítulo 13
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Sábado por
la mañana –
Los días
iban transcurriendo y por lo tanto había cosas que iban pasando; Maximiliano le
había pedido a Peter que por favor fuese terminando el trabajo de la facultad
pero sin él, porque las tardes las dedicaba a buscarme. Con la familia de Peter
habíamos armado un lindo vinculo, con Clau nos habíamos hecho buenas “amigas” y
pasábamos las horas que compartíamos hablando de diversas cosas, con el papa de
Peter Juan podíamos hablar hasta largas horas de la madruga de un mismo tema abogacía, él era abogado Laboral y
hablábamos de casos, de estudios o de las materias que había que cursar para
tener el título de abogado, con los hermanos de Peter nos llevábamos bien, al
más chico lo ayudaba cada tarde con la tarea del colegio, al más grande (Tato)
lo ayudaba con los informes del trabajo y al otro más grande que Peter (Pepo)
lo ayudaba dictándole los resúmenes de las clases de la facultad, mientras lo
pasaba a computadora, y con Peter la confianza cada día era más y mutua, al
acostarnos él se acostaba conmigo hasta que yo me dormía y después se pasaba a
la suya. Con mi familia hable dos veces más y hoy vienen a comer, lo que
significa volver a verlos y a abrazarlos después de tantos años sin hacerlo.
Como era
sábado, toda la familia Lanzani estaba la casa, ninguno de los hombres
trabajaba, ni tampoco estudiaba, lo que significaba día familiar.
A las 8.30
de la mañana ya estábamos todos en la mesa desayunando todos juntos, no
específicamente porque se había armado así, sino porque al estar acostumbrados
a madrugar el sábado no era la excepción a la regla.
Luego de un
largo y charlado desayuno, se acomodaron las cosas de la casa, lo habitual
porque la casa estaba limpia y salvo lo usado para el desayuno y las
habitaciones todo estaba en su lugar. AL
terminar Claudia y Juan salieron a realizar las compras para la comida y
nosotros con los chicos nos quedamos en la casa, los varones jugaron partido de
Play mientras que yo miraba una película romántica que había enganchado en un
canal de cable, en el televisor de la cocina.
Al llegar de
hacer las compras, juan se fue hasta el parque trasero de la casa, y empezó a
acomodarse en la parrilla para hacer un asado, hoy era un día de esos soleados
pero con una brisa refrescante con la que daba gusto estar afuera, así que con
Clau decidimos armar la mesa afuera.
Un rico
asado hecho por Juan, acompañado por
unas ensaladas hechas por Clau y por mí fue el almuerzo del sábado.
Terminamos
de comer, y después de hacer una larga sobremesa, limpiamos todo y fue Pepo
quien tiro la idea de ir a comer un helado por ahí, pero dado a que yo no podía
exponerme mucho a zonas muy céntricas por ser el objetivo de búsqueda de
Maximiliano, Juan propuso ir a una heladería más alejada y en la que no había
mucha gente.
Al volver
cada uno dedicó a hacer algo propio, nosotros con Peter nos acostamos a mirar
una película, hasta pasada las siete de la tarde que me fui a bañar y a
prepararme para lo que esta noche me esperaba, el reencuentro con mi familia.
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9 pm –
Clau: Vas
vos Lali, o voy yo? (Había sonado el timbre)
Lali: Anda
vos Clau, por favor.
Clau: Bueno
linda.
Peter: Como
estas La?
Lali:
Nerviosa pero bien, gracias Pitt (Saliendo al comedor)
Ani: LALII
(Y acorto la distancia que las separada con pasos largos y un tanto
apresurados)
Ani: Te
extrañe
Lali: Yo
también. (Abrazándose)
Un abrazo
que lo decía TODO, la tristeza de la separación un largo tiempo atrás, y la
felicidad del encuentro tres años después, un abrazo con sentimiento y con
emoción, un abrazo que se hizo extenso, un abrazo sincero que se convirtió en
promesas mudas que era el primero de muchos otros que estaban por venir.
Una lágrima
cayo por mi mejilla, una mirada mutua a los ojos, Ani me seco esa lagrima y se
hizo un costado para darle paso al
encuentro con mi hermano.
Pato:
Lalita, mi hermanita chiquita.
Lali:
Patito, mi superhéroe
Un abrazo
que al igual que con el de Ana decía TODO. Un abrazo menos extenso pero que expresaba
todo y decía todo, un abrazo que necesitaba y me hacía falta.
Majo: Acá
esta mama mi amor, y acá SIEMPRE VA A ESTAR
Lali: Te amo
ma.
El abrazo de
la mujer que me había dado la vida, de la persona que me crio, que me dio todo,
que me vio pasar por todos los momentos en mi vida, y que sin duda la necesite
por mucho tiempo. Un abrazo que me daba confianza y tranquilidad, un abrazo
esperado y que se hizo tan extenso como
fue el de Ana, una mirada que en necesitaba y fue el turno de mi papa, la
persona que sin duda era mi todo y estaba muerta en vida sin él, mi papa.
Carlos: Mi
chiquita.
Lali: Te
extrañe papi, te extrañe. (Rompiendo en el llanto más profundo)
Si dudas el
abrazo de mi papa era el que más a tierra me traía, el que más me
tranquilizaba; mi papa era la persona que con solo mirarme yo entendía que era
lo que me quería decir, fue mi guardián del castillo cuando era tan solo una
nena, fue mi guardaespaldas en épocas de adolescencia y era el guardián de mi
vida ya adulta y eso SIEMPRE iba a ser.
El llanto
ahogado, el llanto que más guardado me tenía, el que en algún momento necesita explotar, un abrazo más que fuerte,
y el abrazo más extenso de los cuatro, un corta mirada, una leve sonrisa de
ambos y muchos besos en la mejilla como cuando era una nena y el volvía de su
trabajo.
Después del
reencuentro y de nuestros abrazos con mi familia, con Clau pedimos que por
favor se sentaran alrededor de la mesa del comedor mientras que nosotras
terminábamos los últimos detalles de la cena.
Cuando
terminamos de servir los platos y “presentarlos” los llevamos a la mesa y nos
dispusimos a comer.
Yo me senté
primeramente entre mi papa y Peter, pero después Ana le pidió si le cambiaba el
lugar, así que nos sentamos un poquito más alejado que como acostumbrábamos
todos los días, desde que yo me había ido hacia la casa de él.
Una velada
llena de amor, de risas, de recuerdos de la infancia, fue una velada de
reencuentro especial, porque fue todo lo lindo, y lo malo por un momento quedo
bien atrás. Otro día seria el momento de hablar de las cosas tormentosas y
feas.
Terminamos
de comer, y después de una larga sobremesa y un sinfín de recuerdos, la
levantamos y se sirvió el postre; el postre favorito mío, además del helado el
otro era la torta de mi mama a la que llamamos “Torta Majo” ya que había sido
un invento de ella, que consistía en una capa de galletitas pepitos con crema,
otra capa de galletitas pepitos con dulce de leche y por ultimo otra capa de
galletitas pepitos ahora bañada en chocolate.
Cuando
terminamos de comer el postre, se hizo café y seguimos la charla de anécdotas y
recuerdos, que se extendió hasta pasadas las 4 AM.
Había pasado
el día en Familia, TODO el día en familia, desde la mañana hasta la madrugada.
Me encanta más!
ResponderEliminarA www que amor ya quiero laliter
ResponderEliminarsiiiiiiiiiiiiiiii q lindo aliados, me encanto la historia
ResponderEliminarhermoso cap
lleno de amor
beso
Aaaa me encanta.
ResponderEliminarLlorando y comer helado de leer su novela
ResponderEliminarLas lágrimas se ahogan en los helados
ResponderEliminarme encanta!!! :D y Gracias por subir estos días, Sofi, lo máximo!!! ahora esperemos señales de maca jajajaa así nos cuenta como le fue en el viaje ;) besos a las dos y espero más eh!
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